Tatuajes: un mundo dispar
TATUAJES
Los egipcios ya conocían y practicaban la técnica del tatuaje hace 3000 años, en concreto desde la XI dinastía egipcia.
Las evidencias muestran que en el antiguo Egipto este arte fue restringido a las sacerdotisas.
La prueba de que el tatuaje ha convivido desde siempre con el hombre se encontró en 1991 en un glaciar de la frontera entre Austria e Italia. Apareció congelado un cazador neolítico de hacía 5300 años con la espalda y rodillas tatuadas.
El tatuaje se reintrodujo en la sociedad occidental gracias a los expedicionarios ingleses en 1771. Esto explica la asociación que ha habido siempre entre tatuajes y marineros. Como anécdota cabe destacar que Don Juan de Borbón tenía tatuajes en su antebrazo derecho de la época en la que estuvo en la marina inglesa. La asociación entre tatuajes y delincuencia proviene también de aquí, ya que, los marineros eran gente que se embarcaban durante bastante tiempo para evitar a la justicia.
Los tatuajes resurgieron en los años 60 y 70 y se consideraron arte por sus diseños coloristas. Hoy en día hay una gran popularización del tatuaje incluso en maestros, directivos etc, motivo por el que se ha desligado el tatuaje de la delincuencia y de los marineros.
Se cree que antiguamente el proceso del tatuaje era más elaborado y por ejemplo en Egipto se usaba para demostrar valentía ya que era doloroso.
El tatuaje de la Polinesia fue el más artístico del mundo antiguo y tenía diseños geométricos que se renovaban durante toda la vida de la persona hasta que cubrían todo su cuerpo. Se usaba el tatuaje también como castigo para los acusados de sacrilegio. El emperador Constantino, primer emperador cristiano de Roma, elaboró un decreto en contra de los tatuajes.
En América del Norte se asoció el tatuaje con prácticas mágicas y religiosas y se tenía como una marca que permitiría que el alma superara los obstáculos en su camino a la muerte.
Alrededor del 1000 A.C. el tatuaje llegó a Japón, China y la India. Estaba reservado para los que cometían delitos graves. Finalmente, el emperador japonés Matsuhito decidió prohibirlos.
En América tuvieron mucho eco durante la guerra civil por lo que en 1900 había estudios de tatuajes en las ciudades más importantes.
En España, aparecieron en los años sesenta y comenzaron en los puertos, donde se tatuaban los marineros. En los setenta y ochenta empezaron a ser comunes entre la gente de clase media. En especial los jóvenes ya mostraban interés por ellos debido a la cultura punk, heavy, rock etc.
Hoy en dia, se ha creado todo un entramado de prejuicios en torno a los tauajes. Dos de los más extendidos son que cuando se envejece ya no son adecuados y al arrugarse la piel quedan mal junto con que a la hora de dar una imgaen profesional o buscar trabajo pueden resultar perjuciales. Tatuarse es una gran decisión, ya que, es algo para toda la vida pero cuando el tatuaje representa algo importante para su portador puede ser una bonita forma de recordarlo u homenajearlo. Aunque siempre hay que tener en cuenta la parte del cuerpo y el establecimiento elegidos para tatuarse.
